Si algo de positivo nos está dejando la pandemia por coronavirus, eso sin dudas es la interminable cantidad de muestras de solidaridad exhibidas por los residentes de Dénia. Y ya no sólo de quienes han decidido echar el hombro dado el contexto, dejando sus tareas habituales para ello, sino también de quienes todos los días dedican su vida a los demás.
Éste es el caso de Isabel Llorca, presidenta de la asociación Amunt Contra el Càncer, quien junto a muchos de sus compañeros y compañeras, entrega cada hora para que quienes sufren esta enfermedad la transiten de la mejor manera. Pero lo más increíble es que desde la institución han sabido adaptarse a los tiempos que corren, elaborando unas 6.000 mascarillas para toda la comarca. Con Isabel nos hemos puesto en contacto para que nos cuente más sobre esta proeza.
elaborando unas 6.000 mascarillas para toda la comarca
En primera instancia, Llorca agradece a todos aquellos que facilitaron los materiales para la confección de las mascarillas, como así también a Protección Civil, que les permitió recogerlos más allá de las imposiciones del Estado de Alarma. Fue la propia Protección Civil la que se encargó, luego, de distribuir estos accesorios a quienes los necesitaran.
“Repartimos a Policía local, Policía Nacional, servicios sociales, el Ejército de Salvación, asociaciones del espectro autista, comercios, y muchísima gente de Dénia que nos ha ido solicitando”, rememora Isabel casi al borde del llanto, reconociendo que aún reciben pedidos de quienes no pueden acceder a las mascarillas por cuenta propia.
Por tal motivo, podría decirse que la actividad de la asociación Amunt Contra el Càncer no ha disminuido producto del Covid-19, sino que más bien se ha multiplicado. “No hemos parado para nada”, explica su presidenta, añadiendo que por fuera de estas labores extra, siguen en contacto con sus pacientes habituales, para conocer su estado de salud y el tratamiento que realizan en Valencia.
De hecho, todas estas mujeres son consideradas pacientes de alto riesgo, por lo que fueron de las primeras en recibir tanto las mascarillas como las pantallas de protección que produce la asociación. Todo esto, a pesar de que Isabel las ve “muy tranquilas, muy seguras”. “Nos han enviado vídeos con los ejercicios que tienen que hacer. Casi mejor que nosotros llevando el confinamiento”, resume.
Pero hay otra cuestión que sí preocupa a Llorca: de qué forma el coronavirus y el confinamiento pueden afectar el desarrollo de las investigaciones científicas que auspiciaban desde la asociación. “El día 9 de este mes teníamos una jornada de jóvenes investigadores de la Marina Alta”, señala, agregando que además de una sanidad pública confiable, hace falta “una investigación pública”.
“Esta jornada se va a posponer, porque se tiene que hacer. Ellos tienen unos trabajos ya, que van a presentar y está todo preparado. Algunos están en Estados Unidos, otros en Cambridge, otros en Barcelona”, cuenta Isabel, antes de afirmar que muchos de ellos reclaman “que algún político se de cuenta que queremos trabajar en nuestro país, en España”.
Un viejo llamado de atención a las autoridades, que ojalá esta vez sea escuchado.