Como ocurre con muchas otras localidades españolas, y en cierto modo con el país todo, los ingresos que generan tanto el ocio como el turismo en La Marina Alta son fundamentales para la subsistencia de miles de familias. De cara a un nuevo cierre con el propósito de frenar la última ola de coronavirus, los representantes locales del sector han salido a mostrar su preocupación.
nuevo cierre
El caso es que, hace apenas unas horas, la Comunitat Valenciana anunció las nuevas restricciones a través de una comparecencia de su presidente, Ximo Puig, frente a los medios de prensa.
Entre las decisiones que se han tomado para intentar detener el virus, sobresale muy específicamente una idea: “tenemos que acabar con los contactos sociales que han tensado el sistema de hospitales”, como el propio Puig manifestó ante los presentes.
En la práctica, esto se traduce en que se cierran completamente los bares, cafeterías y restaurantes y, por primera vez junto a ellos, los bingos y casas de apuestas. En otras palabras, la hostelería valenciana volverá a bajar sus persianas desde el jueves 21 a las 00:00. Si todo sale como se espera, recién podrán abrir de nuevo tras 14 días. Pero si todo sale mal… pues mejor ni imaginárselo.
que se cierran completamente los bares, cafeterías y restaurantes
La solución que ofrecen las autoridades es, de momento, que los clientes pasen a recoger su comida para llevarla a casa, o que se trabaje con los cada vez más esenciales servicios de delivery. Asimismo, los comercios deberán dejar de atender a las 18:00, excepto aquellos que sean considerados esenciales, como los de alimentos o las farmacias.
los comercios deberán dejar de atender a las 18:00
Y quedará por verse, según lo establezca la Moncloa, si el toque de queda comienza a las 20:00.
Con este panorama que empieza a ser desolador para la hostelería de Dénia, muchos de los residentes locales que forman parte del sector han querido expresar su preocupación frente a la posibilidad de que emprendimientos de años hayan quedado “heridos de muerte”.
Cristina Sellés, presidenta de la Asociación de la Hostelería de la Marina Alta -AEHTMA-, manifestó que entienden la medida “porque la situación sanitaria es lo más importante, ya que estamos viviendo auténticos dramas por el maldito virus”.
No obstante, la directiva quiso dejar en claro que aunque “nunca nos opondríamos por responsabilidad al cierre”, éste debió ser “un cierre organizado, no improvisado”, como califican al que comenzará este jueves y que, desde su punto de vista, no les ha dado tiempo para prepararse.
“un cierre organizado, no improvisado”
“Nuestro sector necesita mayor respeto por parte de nuestros dirigentes, vamos a salto de mata y seguimos convencidos de que la hostelería no es el problema, es más, podemos ser parte de la solución”, expresó Sellés, resumiendo las sensaciones de su gente.
“En estos momentos es absurdo que hablemos de esto; ahora de lo que hay que hablar es de que este cierre necesita ayudas concretas inmediatas y fáciles de llevar a cabo para poder sobrevivir; pero ahora esas ayudas son de auténtica necesidad”, concluyó la presidenta de AEHTMA al respecto.
Veremos si, con las circunstancias ya planteadas, hay alguna nueva determinación en este sentido.