El SIMAP muestra su descontento por la nueva evasiva de Marina Salud a instaurar la carrera profesional de sus trabajadores
Luego de la correspondiente sentencia favorable de Carrera Profesional (CP) para todos aquellos trabajadores de Marina Salud dictada por el juzgado de Benidorm, la empresa recurrió al Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, que ratificó dicha decisión. No obstante, y evidenciando el nulo interés en cumplir con este compromiso asumido, todo indica ahora que Marina Salud buscará un fallo adverso por parte del Supremo.
Desde la dirección de la compañía ya han anticipado a los representantes de sus empleados que los dos dictámenes anteriores tan sólo les obligan a mantener negociaciones abiertas con ellos, y que apelan a “su sensatez”, algo difícil de tragar teniendo en cuenta que en 2009 Marina Salud prometió la instauración de la carrera profesional como parte de los acuerdos laborales, y nunca ha cumplido.
A estas alturas, todo hace suponer que tanto la firma principal como sus socios de DKV y Ribera Salud intentarán alargar la definición de esta situación que lleva ya más de una década de reclamos por parte de los trabajadores, y apenas ha dado lugar a propuestas poco atractivas. La última, que contempla la carrera profesional englobado dentro del II Convenio Colectivo de MS.
El problema, como bien señala Miguel Burguera, del Sindicato de Médico de Asistencia Pública -SIMAP-, es que las autoridades de Marina Salud parecen ni siquiera haber leído los fallos obtenidos hasta el momento. En ellos, se deja en claro que no sólo hace falta una resolución hacia el futuro, sino además que se cumpla el acuerdo alcanzado en 2016 antes de proseguir las charlas.
En el comunicado oficial del sindicato tras esta nueva negativa, se señala que “la dirección cae en dos incoherencias”, consistiendo la primera de ellas en “insistir en unificar la negociación en una sola cuando ese fue el problema inicial” y, la segunda, en “decir que la sentencia sólo les obliga a negociar y no a pagar, y en vez de acatarla recurrir al Supremo”.
“No nos engañemos, lo que único que pretende Marina Salud es retrasar el proceso y negociar una quita. Les importa poco si los profesionales se acaban yendo de aquí, aburridos ante la actitud cansina y obstruccionista de la empresa. Mejor si al irse se olvidan de reclamar sus derechos, que los tendrán cuando esto finalice, aunque no estén”, agrega la nota de prensa.»
Desde SIMAP creen que el Supremo no admitirá a Trámite la causa, y que esta decisión definitiva se producirá en los próximos dos o tres meses, período tras el cual podrán, por fin, solicitar la Ejecución del fallo. No obstante, si el Supremo hace lugar a esta apelación, podrían pasar otros dos años hasta conocer el resultado final de sus integrantes, lo que atrasaría -aún más- el proceso.
Un proceso que, vista la casi nula voluntad de Marina Salud, requiere inevitablemente de algún tipo de sanción ante los constantes incumplimientos registrados.