De los reclamos de los trabajadores de Marina Salud ya nos hemos hecho eco en infinidad de ocasiones. Tanto de sus multitudinarias protestas como del seguido silencio de las autoridades del Hospital de Dénia. Pues bien, a falta de esas respuestas tan esperadas, como a poco comienza a observarse una sangría de sanitarios que, si todo sigue así, será difícil de detener.
Y es que mientras los ánimos de quienes deciden continuar con su labor profesional en el Hospital Marina Salud cada vez están más caldeados, ya se puede comprobar alguna de las consecuencias negativas que tiene el maltrato de los responsables de la empresa.
¿A qué viene esta afirmación? A que en el día de hoy se han informado los quirófanos disponibles para las jornadas que van desde el 17 de julio hasta el 1 de septiembre, y lo primero que ha llamado la atención es la notable reducción de salas habilitadas para estas intervenciones.
Para que quede más claro aún, durante lo que resta de este mes de junio habrá tres quirófanos listos para recibir pacientes que deban ser intervenidos quirúrgicamente, mientras que llegaremos a agosto con apenas uno en condiciones de realizar esta clase de procedimientos. Se trata de una capacidad exigua, tanto para el potencial del Hospital de Dénia, como en relación con los residentes locales.
Esta merma en la disposición de espacios óptimos para la práctica de cirugías no es casual en absoluto. La modificación de las planillas de trabajadores de quirófanos va de la mano con la cantidad de sanitarios que se registraron para realizar estas intervenciones. Y son cada vez menos.
En total, cerca de 20 trabajadores de esta área han decidido dejar de aspirar a los puestos respectivos en el Hospital de Marina Salud
En total, cerca de 20 trabajadores de esta área han decidido dejar de aspirar a los puestos respectivos en el Hospital de Marina Salud, apostando por intentar trabajar en algún otro centro médico de la Comunidad Valenciana. Y lo han hecho no porque les guste viajar o estar lejos de casa, sino porque allí conseguirán mejores condiciones, tanto laborales como económicas.
De esta manera, las frecuentes dificultades que tiene Marina Salud para encontrar refuerzos veraniegos para su plantilla que puedan hacer frente a la mayor demanda de atención en época de turismo, se encuentra con una situación delicada de por sí, que excede cualquier coyuntura del calendario. Con todos estos factores en juego, la mayor presión asistencial se antoja inevitable.
Y si a todo esto le sumamos que muchos sanitarios no quieren venir, incluso cuando eso significa una buena oportunidad de trabajo, porque los alquileres en esta parte del año son realmente elevados y se comen buena parte de sus ingresos, entonces el panorama se pone más crítico aún.
Para colmo de males, queda claro que éste ha sido un año especial, en el que las bolsas de la Conselleria de Sanidad quedaron vacías como consecuencia de la pandemia por coronavirus, evitando que este organismo pueda colaborar, desde su lugar, con traer sanitarios a Dénia.
Claro que todo parecería menos grave si esas 22 enfermer@s no hubieran renunciado a sus antiguos puestos por, como bien dicen los sindicatos, “la caótica política de recursos humanos está llevando a Marina Salud a una degradación del sistema sanitario público”.
Veremos si, a la luz de los hechos, las autoridades del Hospital de Dénia deciden dejar de lado por un momento las puestas en escena y los silencios oficiales, para brindar una solución no sólo a los trabajadores, sino a todos los vecinos y visitantes de la comarca.
En mi opinión no es necesario indicar las causas, todos sabemos el porque.
Se necesita el dinero para causas menos LOABLES Y JUSTAS, COMO ES LA SANIDAD. Pero no van a recortas en( POR EJEMPLO, EN LA PAGA MÍNIMA VITAL. NI EN LOS 22 MINISTROS Y UN INNUMERABLE GRUPO DE ( ASESORES ) y o chupopteros por que de ahi salen muchos votos a los que no pueden renunciar